Karina Jordán
¿ESTÁS DE NOVIA Y NO SABES POR DÓNDE EMPEZAR?
Actualizado: 6 mar 2021
“¡Calma!, sólo debes enfocarte en disfrutar del proceso, recordarlo con emoción y vivir la experiencia al máximo”

Después de haber compartido muchas experiencias con la persona que amas, se aproxima el momento de tomar decisiones y de dar el siguiente paso al compromiso de empezar una vida juntos, llega la hora de estar de novia y empezamos a soñar cómo será ese día (yo siempre me creí la princesa del cuento, así de cursi señores, entendí que cada novia encuentra su ideal de figura en el tiempo y el mío era muy romántico y lleno de simbolismos que hagan de mi matri un hito para nuestras vidas). Actualmente las redes sociales y el internet nos acercan, pero también nos saturan de información y nos llenan de dudas sobre los detalles de la organización de una boda (en lo personal preferí confiar todos los detalles de mi boda a un profesional como mi wedding planner, antes de equivocarme y llegar a vivir un gran estrés), entonces con tanta emoción no sabemos por dónde empezar o qué pasos seguir, quiero compartirles cuatro consejos que en mi proceso como novia identifiqué para la planificación de mi boda y que puedo dar fe que son el “must” para que disfrutemos de toda esta experiencia:
1. La actitud lo es todo, ya de por si pensar en organizar un matrimonio exige tomar en cuenta las expectativas de muchas personas, invertir tiempo y dinero, navegar en un mundo de información variada y sobre todo tomar decisiones sin crear conflictos en tiempos adecuados; nada de esto tiene que agobiarte o minimizar tu deseo de ser la estrella del día, yo sólo tuve el precepto que debía llegar más enamorada que nunca al altar. No iba dejar que la ansiedad genere preocupaciones en mí, quería disfrutar y vivir con muchísima emoción cada detalle de la planificación, confieso que me ilusiona involucrarme en las decisiones y sobre todo sorprenderme por los detalles. Recuerda que este tiempo es para ti y debes atesorarlo con todo tu corazón
2. Desde que me comprometí, supe que necesitaba de orientación y una guía para ir por lo seguro y no cometer errores en el proceso, mi vida personal y profesional exige de mi tener una agenda cargada de actividades que no podía programar con mucha anticipación, no tenía idea por dónde empezar o qué caminos tomar, conversando con mi novio decidimos evitar riesgos y optimizar tiempo y recursos para no perder el control de la organización, por eso decidimos ceder todas las coordinaciones a mi wedding planner, aquel que domina todos los detalles y conoce por delante y detrás cada paso a seguir. Contar con una mano que nos oriente en todo el proceso no significó que dejemos de comprometernos con las decisiones o dejar de ser los protagonistas de estas, por el contrario, nos insertó en un mundo desconocido que aprendimos a amar y sobre todo a vivir con una paz bio - psico – espiritual. Finalmente, más que un gasto entendimos que la compañía y asistencia de un wedding planner terminaba siendo una inversión personal para poder gestionar correctamente todos los procesos.

3. Toda corazonada manda sobre cualquier decisión, en un evento donde se ponen en juego muchos sentimientos y la emoción está a flor de piel, es necesario ser acompañados por profesionales que amen lo que hacen y sobre todo que te permitan tener una relacional tan horizontal que los hagas parte de tu día. No hay nada mejor que construir esta experiencia de la mano de gente que sueña contigo y que hace suyos tus planes, esto puede ayudarnos a que el proceso de organización de la boda se lleve con confianza y tengamos la seguridad que estamos en buenas manos. Conectar es super importante, les aseguro que yo no pondría uno de los días más importantes de mi vida en manos de desconocidos o que tal vez no vibre en armonía con mis emociones, tampoco introduciría a la intimidad de mi cotidianidad y relación a extraños que no se involucren con nuestra historia.
4. Date tiempo y no renuncies a tus actividades, organiza tu agenda para engreírte, desconectarte, escaparte del mundo de las bodas y sobre todo prepararte para este gran día, como ya lo comenté; “debemos llegar con el corazón en la mano”, no debemos de descuidarnos, la clave es llegar a un punto medio en el cual no nos convirtamos en bridezillas sin renunciar a seguir disfrutando de los demás placeres de la vida.

Si tienes alguna duda o consulta puedes escribirnos o dejar tus comentarios en la casilla de mensajes.